Los principales líderes del mercado del etanol en Brasil y Argentina se reúnen este miércoles (3/8), en Buenos Aires, para discutir las políticas públicas a largo plazo para los biocombustibles en la región. El seminario Sustainable Mobility: Ethanol Talks Argentina, promovido por la Asociación Brasileña de la Industria de la Caña de Azúcar (Unica) en colaboración con la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil) y APLA (Acuerdo Productivo Local del Alcohol), debatirá el tema a la luz de los desafíos para la movilidad con bajas emisiones de carbono.
La ceremonia de inauguración contará con la presencia del ministro brasileño de Minas y Energía, Adolfo Sachsida; el embajador de Brasil en Argentina, Reinaldo José de Almeida Salgado; el presidente del Centro Azucarero Argentino, Jorge Luis Feijóo; el director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam; el presidente de Unica, Evandro Gussi; y el director ejecutivo de APLA, Flávio Castellari.
A continuación, expertos del gobierno, el sector privado y el mundo académico de ambos países debatirán el tema en cinco paneles. Son ellos: las políticas públicas; el uso del etanol y la industria Automotriz; etanol, el medio ambiente y la salud pública; soluciones tecnológicas para la descarbonización; y construyendo los próximos pasos.
El objetivo es ofrecer una oportunidad de diálogo y cooperación entre los agentes públicos y los representantes de la industria de los países, con el fin de promover el biocombustible en la movilidad sostenible. El proyecto se desarrolla desde 2020 y ha tenido ediciones en Nueva Delhi (India), Bangkok (Tailandia), Islamabad (Pakistán) y, más recientemente, en Ciudad de Guatemala.
“Ningún país es igual a otro, y los debates de Ethanol Talks tienen en cuenta las características de cada uno. Nuestro propósito es contribuir con el conocimiento técnico de casi 50 años de uso del etanol en Brasil, ayudando a construir un mercado global de etanol”, dijo Evandro Gussi.
Reduciendo el CO2
En la actualidad, más de 70 países del mundo tienen ya mandatos que establecen algún nivel de mezcla de etanol en la gasolina – o nafta, como dicen en Argentina.
El biocombustible tiene una de las menores huellas de carbono, pudiendo reducir hasta un 90% en comparación con la gasolina. En Brasil, desde que se lanzaron los coches flexibles en 2003, el uso de etanol ha evitado la emisión de casi 600 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Además del hidratado (E100), la mezcla del 27% de etanol en la gasolina es obligatoria en el país.
En Argentina, la legislación actual (aprobada en julio de 2021) establece una mezcla del 12% de etanol en la gasolina, cuyo volumen se reparte a partes iguales entre las materias primas de producción local: caña de azúcar y maíz. La expansión de esta mezcla puede ayudar al país a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en línea con los compromisos del Acuerdo de París. El país andino tiene como objetivo no superar una emisión neta de 349 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente en 2030, aplicable a todos los sectores de la economía.
Con la vista puesta en el potencial del etanol para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la industria del automóvil ha estado invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías que asocian el biocombustible con la electrificación. Un ejemplo son los vehículos híbridos flexibles, que circulan por las ciudades brasileñas desde 2019. Otra vía que se está investigando son los coches eléctricos alimentados por pilas de combustible. Todos estos temas conforman el repertorio de debates del Ethanol Talks Argentina.
Proyeto ApexBrasil
ApexBrasil y Unica hicieron pública en febrero de 2008 una estrategia para promover la imagen del azúcar y los productos energéticos en el extranjero, especialmente el etanol brasileño como energía limpia y renovable. Las dos entidades firmaron un acuerdo que prevé inversiones compartidas. El proyecto pretende influir en el proceso de construcción de la imagen del etanol y otros derivados de la caña de azúcar ante los principales creadores de opinión en todo el mundo: gobiernos y medios de comunicación, así como empresas comerciales, posibles inversores e importadores, ONG y consumidores.